El Boom de la Moda Colombiana (1990 – 2000)
A finales de los 80 y principios de los 90, Colombia se consolidó como un referente global en el mundo de la moda. Diseñadores y marcas internacionales, como Carolina Herrera, Oscar de la Renta y Custo Barcelona, comenzaron a ver en el país un mercado atractivo, al mismo tiempo que marcas locales ganaban prestigio. En esta época, surgieron instituciones educativas que incluyeron en sus programas académicos formación especializada en moda, como la Universidad de Los Andes y la Colegiatura en Medellín.
Diversificación y Competitividad Global (2000 – Presente)
Desde la década de 1990 hasta la actualidad, el sector textil ha centrado sus esfuerzos en diversificar mercados y aumentar su competitividad a nivel mundial. Gobiernos como los de César Gaviria y Álvaro Uribe implementaron estrategias para fomentar la internacionalización de la industria. Los tratados de libre comercio con países como Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y Chile han sido fundamentales para el crecimiento de las exportaciones textiles.
Además, la industria ha buscado fortalecerse a nivel interno a través de la creación de Clústeres y su inclusión en los Programas de Transformación Productiva (PTP), que promueven la innovación y el aumento de la productividad.
Certificación de Origen: Un Valor Clave para la Exportación
Un aspecto fundamental en la actualidad es la certificación de origen, que permite que las prendas de vestir colombianas ingresen a mercados internacionales con beneficios arancelarios. Según la Cámara de Comercio de Bogotá, esta certificación permite a los productos colombianos tener acceso a mercados con tarifas preferenciales, lo que amplía las oportunidades de exportación.
La industria textil en Colombia ha demostrado ser un pilar económico importante a lo largo de su historia. Desde sus humildes comienzos en 1907 hasta su consolidación como un sector de clase mundial, la industria ha pasado por diversos procesos de transformación y modernización. Con el apoyo gubernamental y una creciente internacionalización, el futuro del sector textil colombiano promete seguir siendo brillante.